Si la suerte te acompaña y llegas al punto más al norte de Europa sin niebla, tendrás que contener la emoción al ver la inmensidad que te rodea.

La libertad es mi sentimiento preferido cuando viajo por la naturaleza. Esa sensación de que te puedes comer el mundo, no hay límites impuestos por el ser humano, ni reglas. Esa libertad alcanza su cota máxima en Cabo Norte o Nordkapp, el punto más al norte de Europa. La inmensidad del mar, sin nada que ose bloquearle, se extiende ante ti. Las olas rompen sobre los abruptos acantilados, que intimidan a quien se acerque a ellos. La carretera se convierte en una esclava del terreno y atraviesa como puede las montañas.

Cabo Norte
Panorámicas desde Cabo Norte.

¿Cómo llegar a Cabo Norte?

Nordkapp es un acantilado de más de 300 metros de altura ubicado en la isla Magerøya, aunque comunicado con el continente por medio de un túnel, y el pueblo más cercano, Honningsvåg, está a una media hora en coche. Si vas en tu propio coche, te recomiendo que intentes estar allí lo más pronto posible: a partir de las 11 comienzan a llegar autobuses llenos de turistas -que hacen el recorrido desde Alta- y el paisaje pierde algo de su encanto salvaje.

Aunque Cabo Norte es un punto del planeta, su atractivo turístico ha sido aprovechado por Noruega y cobran una entrada bastante cara por entrar. Me quedé con la boca abierta cuando al acercarme a la barrera que da acceso a la zona de aparcamiento, me dijeron que debía pagar 275 coronas por persona (unos 27 euros al cambio). Tienes que tener en cuenta que el precio es por vehículo y por número de personas que viajen en él. Esta entrada te da acceso a la zona marcada como el punto más septentrional del continente y sus alrededores, a las exposiciones y a la película que se exhibe en el centro de visitantes, así como al restaurante y a la tienda de recuerdos.

¿Qué hacer?

Si tienes suerte (que no suele ser lo habitual) llegarás en un día despejado y podrás dirigir tu mirada intentando descubrir el Polo Norte. En mi caso fue así, pero la mayoría de los visitantes se encuentran la zona cubierta por la niebla, aunque eso también tiene su encanto, al fin y al cabo, estás en el norte de Noruega.

Cabo Norte
Monumento El Globo (Cabo Norte).

El complejo turístico que se ha creado alrededor de este punto tiene varias zonas. La principal y en la que querrás sacarte mil fotografías es El Globo, un monumento erigido en 1977 y que se ha convertido en símbolo de este lugar. Muy cerca y también en el exterior se encuentra el monumento Niños de la Tierra, diseñado en 1989 por siete niños de todos los puntos del planeta como símbolo de la cooperación, la amistad, la esperanza y la felicidad.

Ya en el interior del centro de visitantes, el North Cape Hall, lo primero que te encuentras es un gran cafetería con vistas a los acantilados (los precios no son tan elevados como esperaba) y una gran tienda de souvenires. En ella puedes comprar por seis euros un certificado con tu nombre que acredita que has llegado hasta aquí.

La visita continúa por las plantas inferiores con una exposición con representaciones de las aves de la zona exposición de las aves de la zona o la oficina de correos más al norte de Europa. En una sala de cine, se proyecta cada poco tiempo una breve película que muestra el paso de las estaciones del año por Nordkapp

Cabo Norte
Monumento Niños de la Tierra (Cabo Norte).

Siguiendo el camino hacia abajo, te encuentras con el Museo Tailandés, dedicado al Rey Chulalongkom de Siam y la visita que hizo a Cabo Norte en 1907, y con la Capilla de San Juan (en la que se celebran bodas). El punto final de la visita es la Cueva de la Luz, un amplio espacio en el que se recrea el maravilloso fenómeno de las auroras boreales.

Si tienes tiempo y el clima acompaña, puedes hacer un crucero para avistar ballenas o aves, en Honningsvåg o Gjesvær. Yo me quedé con las ganas, pero de camino a Cabo Norte, descubrimos varias parejas de delfines nadando libremente en el mar. Casi hace más ilusión ser capaz de descubrirlo por ti mismo cuando menos te lo esperas.

¿Es Cabo Norte el punto más septentrional de Europa?

Si contemplas un mapa, la realidad es que Cabo Norte no es el punto más septentrional del Continente. Ligeramente al oeste se encuentra el cabo Knivskjellodden, situado 1.500 más al norte. El inconveniente es que solo se puede llegar andando a través de una ruta de circular de 18 kilómetros (9 km ida y 9 km vuelta). Si logras la hazaña, puedes escribir tu nombre en el libro de la asociación y comprar un diploma que lo demuestre.

No obstante, ambos cabos se encuentran en una isla, por lo que si hablamos del punto más septentrional de la Europa continental habría que citar el cabo Nordkinn. Asimismo, también se podrían considerar las islas Svalbard, en medio del Océano Ártico, y que son territorio noruego.

El road trip continúa…

Cabo Norte
Renos en Cabo Norte.

Y después de llegar a nuestro punto más lejano, comienza la vuelta, pero eso no quiere decir que acabe la aventura. Quedan muchos kilómetros por delante. Y hay un nuevo atractivo: los renos se multiplican en los alrededores de la carretera y aparecen las primeras tiendas típicas de los lapones en mitad de la nada, donde comprar souvenirs artesanales.

Esa noche dormimos en Ivalo (Finlandia), en el Kultahippu Hotel & Apartments, un hotel con apariencia de lejano oeste. Muy cerca se encuentra el lago Inari (el segundo lago más grande del país) y el Parlamento y el centro cultural sami, el Sajos, así como un museo dedicado a su cultura, el Siida. Por la hora a la que llegamos no tuvimos tiempo de visitarlos, una pena.

El post no está patrocinado por ningún hotel. Todo son recomendaciones basadas en la prueba y error de mi propia experiencia. 

3 comentarios en “Cabo Norte, un viaje a los confines de Europa”

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